Visto el resultado de las últimas ediciones, no se puede decir que sea una sorpresa la premiación del Pritzker. Aunque también es cierto que hasta que su nombre empezó a circular en las últimas semanas como uno de los posibles ganadores, no teníamos en el radar la obra de Francis Kéré. Hace tiempo que cambiaron los criterios de juicio de los jurados, que desplazaron a los arquitectos de gran prestigio internacional para seleccionar según una mirada que se enfoca más en una dimensión ética del ejercicio de la profesión.

Más allá del acuerdo o no con esta modalidad, no deja de ser un interesante ángulo desde el cual mirar lo que hacemos, que nos invita a la reflexión.