La flexibilidad es un concepto que el Estudio persigue desde los años 90. En un comienzo se trató del armado de la planta de cada unidad, de manera de ofrecer distintas opciones. Posteriormente, indagamos la posibilidad de flexibilzar las unidades entre sí, para que la cantidad de cada una de las tipologías fuera producto de la elección de los compradores. Este tipo de decisiones determina también la forma del edificio, que queda librada a un proceso azaroso pero controlado. La introducción de un componente aleatorio en el proyecto es un desafío saludable.

Como escribió John Cage en una de sus cartas: “Creo que las operaciones de azar constituyen una disciplina rigurosa, que remueve los gustos y los disgustos del ego”.