Las obras residenciales una vez terminadas tienen un acercamiento al público que es paulatino. Para nosotros es un ejercicio de lento desprendimiento. Los edificios se van instalando de a poco en la conciencia del público, los vecinos, los primeros habitantes, sus parientes, los amigos y así sucesivamente. No se inauguran un día, como un edificio público o un shopping. Una experiencia similar a la de estas tipologías, y por eso inusual para nosotros, es la que vivimos este mes con “Experiencia Living” en Distrito Quartier. Más de 40.000 personas visitaron el edificio en un mes.   El proyecto fue sometido, y el Estudio con él, a un examen al mismo tiempo exhaustivo e intensivo. Esperamos ambos haber superado la prueba.