De los últimos quince premios Pritzker –el 2025 fue entregado a Lui Jiakun hace pocos días–, casi el 50% han sido otorgados a arquitectos orientales. Quizás la clave que explique esta proporción esté en el concepto de amabilidad, cuyos alcances explora uno de los pensadores más sobresalientes de la actualidad, Byung-Chul Han, como contrapuesto a la idea occidental del poder: “De la amabilidad emana un movimiento distinto que del poder. Al poder en cuanto tal le falta la apertura para la alteridad”.  La premiada arquitectura de Oriente es en general fiel a esta idea y sus edificios son elocuentes al respecto.