“No basta la búsqueda de la belleza en el diseño, porque más valioso todavía es el servicio a otra belleza: la calidad de vida de las personas, su adaptación al ambiente, el encuentro y la ayuda mutua”. Entre las muchísimas enseñanzas que nos ha dejado Francisco, rescatamos estas líneas de su encíclica Laudato si’ especialmente dirigidas a quienes practicamos la arquitectura. Una reflexión que amplía nuestra mirada para superar la belleza formal, en busca de “otra belleza” más profunda, que comprenda también las necesidades de los hombres y que en definitiva nos lleve hacia la verdadera Belleza.