Ante la pregunta ¿qué es el tiempo?, San Agustín respondía: “Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé” (Conf. 11, 14). Algo así podríamos decir a propósito de la resiliencia, ese nuevo modo elegante de decir algo tan viejo como es soportar la adversidad. Un proyecto debe estar preparado también para eso. Hace más de tres años empezamos a imaginar Quartier Bajo Belgrano. La obra empezó recién un par de semanas atrás, después de sortear innumerables obstáculos. Si nos preguntan qué es la resiliencia quizás no sabríamos definirla, pero para entender su significado nos bastaría revisitar este largo proceso. Tuvo un final feliz, aunque es solamente un comienzo.
Conjunto urbano en Bajo Belgrano. Se compone de tres cuerpos independientes de planta baja y cinco pisos de unidades que comparten su infraestructura y amenities.
Un conjunto de 50 casas que proponen un equilibrio entre el edificio y la vivienda particular, buscando las ventajas de ambas tipologías. La comodidad de un conjunto con servicios y el sentido de pertenencia de una casa propia. Un proyecto que apunta a establecer un modo de vida distinto y a convertirse en marca.