La flexibilidad es un concepto que el Estudio persigue desde los años 90. En un comienzo se trató del armado de la planta de cada unidad, de manera de ofrecer distintas opciones. Posteriormente, indagamos la posibilidad de flexibilzar las unidades entre sí, para que la cantidad de cada una de las tipologías fuera producto de la elección de los compradores. Este tipo de decisiones determina también la forma del edificio, que queda librada a un proceso azaroso pero controlado. La introducción de un componente aleatorio en el proyecto es un desafío saludable.
Con la llegada de las nuevas tecnologías en vidrio, la baranda es un elemento que tiende formalmente a desaparecer.
La búsqueda de la transparencia es ciertamente uno de los mitos de la modernidad. Desde los balaustres clásicos, la materialidad de la baranda no ha hecho que retroceder. Sin embargo, algo contracorriente, en el proyecto de Quartier del Bajo, optamos por una baranda que tuviera una expesividad táctil, bien nconcreta. Una búsqueda quizás algo anacrónica, pero que creemos tiene su vitalidad.
Visto el resultado de las últimas ediciones, no se puede decir que sea una sorpresa la premiación del Pritzker. Aunque también es cierto que hasta que su nombre empezó a circular en las últimas semanas como uno de los posibles ganadores, no teníamos en el radar la obra de Francis Kéré. Hace tiempo que cambiaron los criterios de juicio de los jurados, que desplazaron a los arquitectos de gran prestigio internacional para seleccionar según una mirada que se enfoca más en una dimensión ética del ejercicio de la profesión.
LANZAMIENTO
El lanzamiento refiere a arrojar un objeto, más concretamente, una lanza. Una acción que tiene el valor de lo que es único, lo que obliga a una preparación cuidadosa y que tiene además una voluntad de precisión. Todos esos componentes aparecen en el lanzamiento de un proyecto. En el Estudio hemos transitado muchos, y siempre es un camino que realizamos con pasión no exenta de ansiedad. El último que enfrentamos es el de Quartier Bajo Belgrano, proyecto que llevó un tiempo considerable de preparación y que finalmente se presentó en sociedad. Somos un parte de un engranaje mayor de una maquinaria compleja de actores, liderados por el desarrollador, y nuestra función es la de proveer y coordinar con todos la información de lo que previamente proyectamos. La lanza se encuentra todavía en vuelo; veremos en el futuro cuán próximo al objetivo termina su recorrido.
“Sentado en la terraza mirando el mar, comprendo como es la soledad”, dice una canción de Spinetta. El mar nos pone irremediablemente filosóficos. En el Estudio hemos tenido algunas oportunidades de enfrentarnos con él. Algunas veces desde una prudente lejanía, como en Torres del Golf en Mar del Plata o el Quartier del Mar en Punta del Este.
Cerramos un año no exento de complejidades, pero al mismo tiempo lleno de desafíos. Nuevos proyectos se delinean en el horizonte para el año que en breve comenzará y los que están ejecución, ocho en este momento, que completan aproximadamente 300.000 m2 de obra, avanzan a buen ritmo, cada uno en su etapa correspondiente.
La cercanía del verano motiva esta reflexión. A través de los años hemos afrontado en nuestros proyectos el tema de la pileta, un elemento rico en facetas. La pileta es estacional por excelencia y constituye un objeto cuyo deseo poderoso aumenta a la par de la temperatura.
Con la sanción del nuevo Código Urbanístico, resulta algo más complejo el análisis de la factibilidad de un lote, es decir, lo que efectivamente se podrá construir en él. Anteriormente bastaba multiplicar la superficie del terreno por un índice (FOT) y se tenía una idea de su capacidad constructiva, que a decir verdad muchas veces resultaba engañosa. La normativa actual opta por definir volumetrías y exige un análisis que, si bien antes era necesario, ahora resulta fundamental.
Fuimos invitados a participar en Sisteccer, XII Congreso Internacional de Fachadas. Nuestro aporte consistió en presentar el Distrito Quartier y las distintas respuestas que fuimos elaborando para resolver las fachadas de este proyecto que presentaba múltiples problemáticas.
Durante la pandemia, que esperamos pronto quede atrás, nos vimos obligados al trabajo remoto y, a pesar de los inconvenientes, pudimos mantenernos activos. De todos modos, creemos que la presencialidad es irremplazable para un mejor ejercicio de nuestra profesión. Nuestro estudio tiene un tamaño pequeño, nunca fuimos más de diez o doce personas, y en él tratamos de implementar una metodología participativa, donde cada uno aporte lo suyo.Procuramos que el trabajo no circule por líneas paralelas, sino más bien que todos, en mayor o menor medida, estén al tanto de lo que ocurre y de las decisiones que se toman en cada proyecto.
Si bien el urbanismo está lejos de ser nuestra especialidad, algunas veces hemos tenido la ocasión de asomarnos a sus problemáticas. Conscientes de que la relación entre urbanismo y arquitectura no se resuelve mediante un simple cambio de escala, estos ejercicios nos permitieron ampliar nuestro horizonte y volver a lo cotidiano enriquecidos.